lunes, 12 de marzo de 2012

The Velvet Underground y Andy Warhol. El Mainstream del Underground. (Parte II)

Lou Reed se había quedado como el líder de The Velvet Underground hacia fines del 1968. Al año siguiente graban "The Velvet Underground", un disco mucho más tranqui que los anteriores. El último disco que grabaron fue "Loaded" que contiene la encantadora "Who loves the sun" que habla tranquilamente de que a nadie le importa que el sol haga flores si un/a chiquilín/a le rompió el corazón al "yo lírico" de la canción, digamos. ¿Acaso no es adorable? ¿Acaso tiene algo que ver con lo que era la Velvet? Me gusta Venus in furs y me gusta Who loves the sun. A cualquiera le pueda pasar lo que ambas letras expresan. 

The Velvet Underground. De izquierda a derecha: la batera  Maureen Tucker,
Sterling Morrison, Dough Yule (que entró cuando se fue John Cale) y
 Lou Reed con una camisa muy fea. Ya había pasado la época de Warhol y Nico.
Es claro que la foto no la saqué yo, pero no sé quién es el fotógrafo.
Habíamos dicho en la parte primera de esta especie de crónica extraña que no todo lo que luce es oro. O algo así. Que parecería que algunos músicos que nos gustan (o no) declaran no querer reconocimiento cuando en realidad sí lo quieren; y parecería que escriben letras diferentes cuando en realidad no sienten diferente, simplemente quieren escribir letras diferentes.

Cass Elliot, más conocida como Mama Cass, se drogaba abundante, sin embargo cantaba armoniosamente su música junto a The Mamas and the Papas, lejos de la palabra heroína. Bueno, quizás sólo le daba al LSD, difícil saberlo. De todas formas, todo esto tiene tantas facetas que no me siento hoy con ganas de comprenderlas o de intentar comprenderlas.

Después de eso la Velvet fue blanco de la típica tapada de sol con un dedo de los reyes de la tapada de sol con un dedo: los norteamericanos conservadores (o ni tan conservadores). Antes de grabar su último disco, la Velvet es despedida de su sello discográfico. Limpiaron a todas las bandas que fueran hippies o hablaran de cosas jodidas en sus canciones. La idea de estos sectores es que si yo escucho una canción que diga "pincháte, pincháte" yo voy a sentirme super inclinado a encajarme drogas duras, porque carezco de poder para hacer lo que quiero y la música es claramente un potente lavador de cerebros. Para nada está en discusión que me guste drogarme, si es ese el caso, o que me sienta tan en la lona en la vida que mi tendencia a la autodestrucción exista. Mejor no hablar de ciertas cosas, ¿verdad? 

Así que bueno, con sello nuevo, la Velvet bajó unos cambios y después Reed se fue y se terminó. Un precioso polinsíndeton para el final y Who loves the sun.




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